Sigue estas pistas
- El texto está mal escrito: los mensajes de phishing suelen contener errores gramaticales, faltas de ortografía y otros errores que las empresas no cometerían.
- El logotipo de la empresa tiene un aspecto extraño.
- La URL (la dirección Web) no coincide: pasa el ratón por encima del vínculo para que se muestre la URL. Las URL falsas suelen estar “mal escritas”, es una de las pistas más frecuentes.